La situación se agrava con informes de sobrecarga de trabajo para el personal restante, exacerbando las condiciones ya precarias en las que operaba el hospital. La falta de personal capacitado y experimentado podría comprometer seriamente la capacidad del hospital para brindar atención médica efectiva y oportuna, planteando desafíos adicionales en un momento crítico para la salud pública.
Entre los despedidos se encuentra la única bióloga molecular especializada en el tratamiento del cáncer, una pérdida que podría tener consecuencias devastadoras para los pacientes que dependen de esta área para sus tratamientos.
Además, se han visto afectados profesionales de Fisiatría, Emergencias, Neumonología, Clínica Médica, Kinesiología, Enfermería, Radiología y Hemoterapia. La reducción de personal en estos sectores deja al hospital al borde del desmantelamiento, poniendo en riesgo la atención médica para miles de personas de la zona oeste.
El Hospital Posadas es una institución de referencia en la región, y sostienen que los despidos masivos podrían comprometer su atención de calidad. Las áreas de Emergencias y Clínica Médica, cruciales para la respuesta inmediata y el tratamiento de enfermedades comunes, se verán particularmente afectadas. Asimismo, la reducción en Fisiatría y Kinesiología impactará en la rehabilitación de pacientes con diversas condiciones, mientras que la disminución de personal en Radiología y Hemoterapia podría retrasar diagnósticos y tratamientos vitales.
Por parte del gobierno de Milei defiende la decisión como parte de un plan de ajuste y racionalización del gasto público. La comunidad y los pacientes del hospital están ahora a la espera de soluciones que puedan mitigar el impacto de estos despidos y garantizar la continuidad de los servicios de salud.